¿Cómo deben responder los responsables y la sociedad civil ante incendio en el Golfo?
Por: Redacción
Jueves 26 de agosto de 2021

El pasado 2 de julio nuestro país protagonizó un penoso episodio ante los ojos del mundo, debido a una falta grave de responsabilidad ambiental, luego de un derrame de gas que se produjo tras la fractura de un ducto submarino en las plataforma KU-Charly, de PEMEX, en el Golfo de México.


Este derrame generó un “ojo de fuego”, que básicamente es un incendio masivo bajo el mar por la contaminación del agua con gas. Cabe destacar que KU-Charly produce más de un tercio del petróleo mexicano.


PEMEX explicó que la ruptura en el ducto se debió a una tormenta eléctrica y que los hidrocarburos se encendieron en fuego al recibir las descargas eléctricas que cayeron al mar.


Científicos y ambientalistas han reprochado la situación, pues por ser una zona restringida del gobierno, no han podido acceder a la zona para corroborar el daño a los ecosistemas marinos.


Especialistas apuntan que aun si tuvieran acceso,  es difícil calcular el impacto debido a que el agua dispersa rápidamente los contaminantes.


El mundo se pronunció frente a este deplorable hecho, apareciendo como responsables el gobierno mexicano y la gestión de la petrolera.


La conocida Fundación Ocean Futures Society advirtió que de continuar con la apuesta por los combustibles fósiles, se mantendrán las consecuencias negativas.


 “Cada vez es más común hacer exploraciones de petróleo en ductos muy profundos […] el problema es que al ser tan profundos, cualquier mal tiempo, que ahora también son más comunes, puede ocasionar daños en la infraestructura y fugas con altísima probabilidad de incendiarse”, dice Navarro. Y no solo eso, agrega el experto, sino que la posibilidad de que se derramen miles de litros de crudo produciría “la muerte de toda la cadena alimenticia en muchos kilómetros cuadrados a la redonda”, señala la organización.


A 10 años del 2030, luego de avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, ¿qué sentido tiene invertir en exploración marina cuando buscamos deshacernos de los combustibles fósiles?


De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, por cada barril de petróleo se producen 235.7 kg de CO2. Por consiguiente, el complejo donde se produjo la tragedia emite 158 390 toneladas de emisiones de carbono a diario.


Reputación por el piso


Esta noticia abona a la pésima reputación con la que cuenta PEMEX como contaminante del mundo, pues ya ocupaba el tercer lugar entre las empresas petroleras con mayor riesgo ambiental en el mundo, con mayor cantidad de emisiones de metano y CO2, según la evaluadora de riesgos ambientales, Sustainanalytics.


La organización Cartocrítica apuntó que para compensar el daño de PEMEX, tendrían que sembrar 400,000 millones de árboles, lo que supone la reforestación de una superficie que dobla el territorio de la República Mexicana.


Ante todo esto, Greta Thunberg, influyente activista ambiental, tuiteó: “Las personas en el poder se llaman a sí mismos líderes climáticos mientras abren nuevos campos petroleros, oleoductos y plantas de energía de carbón, otorgando nuevas licencias petroleras para explorar futuros sitios de perforación petrolera. Este es el mundo que nos están dejando“.


¿Soluciones?


Sí, hay que bajarle dos rayita a la apuesta por los combustibles fósiles, pero tampoco se puede dejar de lado que la industria petrolera está conectando, cada vez más, la economía global y tomaría un tiempo transitar hacia tecnologías limpias.


Así que no se puede tener una postura irrealista de que las industria petrolera va a cerrar de un día a otro, pero es importante que prioricen en su agenda políticas de responsabilidad ambiental, y que concreten acciones con un profundo impacto positivo para el medio ambiente, tal vez no la plantación de 400,000 millones de árboles, pero al menos fijar metas tangibles.


PEMEX debe invertir un gran porcentaje de sus ingresos para compensar una parte del daño que hace.


Como sociedad, esto debe reforzar nuestras prácticas para el cuidado del medio ambiente. Los autos eléctricos son mejor opción que los autos de gasolina y también se adaptan bien a muchas aplicaciones de servicio mediano y pesado, y aun así representan un porcentaje vergonzosamente pequeño de las ventas de vehículos nuevos. Contamos con energía solar y eólica e hidroeléctrica y geotérmica. Tenemos baterías para abordar la intermitencia, que son mucho más baratas que las plantas de gas natural. Ciertamente, no necesitamos utilizar tantos plásticos de un solo uso como lo hacemos. Contamos con bombas de calor energéticamente eficientes y calentadores eléctricos y estufas de inducción para hogares.


Todas estas soluciones son realistas, existen en la actualidad y podrían reemplazar la gran mayoría del uso de petróleo y gas, y sería mejor para nosotros.